Como un asueto de amor,
juntaremos nuestras almas
justo tu cuerpo en mis
manos y las tuyas en el mío
bailaremos suavemente
dando pasitos contados al
compás del fiero ritmo
marcado por nuestros besos
en sus gemidos sedientos.
Báilame con elegancia, me
expresarás sin palabras,
cuan danza que se acomoda
al latir del corazón o viento
que no desflora a las rosas
del jardín, acurrúcame a tu
pecho como si estuviera frio
y, con ardientes caricias,
disfruta del amor mío.
Bailemos toda la noche
echando a un lado al receso,
que transpire el pensamiento
buscando nuevos inventos de
caricias ardorosas que
derritan nuestras pieles,
cuan si fuésemos dos cirios
con pabilos encendidos.
Serán tu cuerpo y el mío,
ajustados a nuestras ganas,
que juntos se animarán a
danzarle al amor con
desmedida pasión y, al calor
de miles soles, renovarán sus
ardores como una simple
ecuación.
PABEDIZ