"Un regalo la vida me dio/ al conocerte, saber de ti;/ tú tal vez no lo sepas, lo presiento yo,/ pero ¿Dios? Seguro que sí".
Tengo tu mano y no te soltaré
Y si acaso caes yo contigo caeré,
Pero no nos vencerá esa caída…
Cada vez que en una crisis entres,
Será mi mano la que encuentres
Por los caminos oscuros de la vida.
Tengo tu mano y ya no te suelto,
Porque en verdad estoy resuelto
A cuidarte mucho, a protegerte.
Que de la felicidad seamos dueños,
Que en tu realidad y en tus sueños,
Sea la mía también tu suerte.
Tengo tu mano y hoy te sostengo,
Pues desde que te conozco vengo
Haciendo lo posible por levantarte,
Que la vida en paz no se te resista,
Que sonriendo seas la mejor artista
Y hagas de la vida, tu mejor arte.
Tú y yo sabemos que la vida es corta,
Por eso ahora para nada me importa
Poner a tu disposición mi fortaleza,
Para llenar tu vida de armonía, de calma
Y borrar con mucho cariño de tu alma
Hasta el menor vestigio de tristeza.
Que me critiquen, que hablen mal de mí,
Que se angustien por ver que hice de ti
El objetivo de mis mejores vibraciones,
Pero tú sabrás muy bien que no miento,
Que el inmenso respeto que por ti siento
En ningún momento se fue de vacaciones.
Te llamo de muchas maneras, es verdad,
Pero no pierdo por eso mi autenticidad
Ni en cuanto al respeto la perspectiva.
Eres la que canta, pelea y dice presente,
La que a cualquiera le gusta que comente
Y la poetisa que todos queremos que escriba.
No hay nada criticable en estos versos,
Que son como pequeños universos
Que alrededor de ti felices orbitan…
Las letras de este humilde poema mío,
Son como pequeños seres con frío
Que el calor de tu locura, necesitan.
Tu nombre es una luz en este lugar,
Luz que nadie nunca podrá apagar,
Luz que nos acompaña y abriga…
Y después de todo lo que dije aquí,
Tan sólo tendré unas palabras para ti:
Mi loca… que Dios te bendiga.