En silencio
atesoro el instante
en el que tu mirada encuentro,
matiz deslumbrante
que eclipsa mi mente
e ilumina mis tardes,
eterno instante
que incita mi deseo
de soñarte,
cálido recuerdo
que invita a mis dedos
a dibujarte en el cielo,
¡eres tú!
quien provoca
que una soñadora
escriba versos.