Los ojos cerrados, el andar cansado.
Caminos recorro, que otros han andado.
Cargando recuerdos, un poco gastados,
de tiempos felices, que no se han borrado.
Los niños en el patio, la pelota en el patio.
Con la cuerda en la mano, la vida voy saltando.
¡Juventud! por siempre añorada,
de mi cuerpo te has alejado.
De tu olor la fragancia, con melancolìa guardo.
Del jardìn de mis sueños, soy la dueña.
Donde cabalgo sin frenos desmedida,
hacia la dulce primavera, ò al discreto
acaso de mi vida.