Te empecé a querer,
Cuando menos pensé,
En el preciso instante,
Cuando creía que te odiaba,
Me di cuenta,
Que me aferraba a ti,
Eras tan solo,
La perfecta tabla de salvación.
El argumento ideal,
Para esquivar,
Las heridas del corazón.
Entonces fue cuando te sentí,
Confortable y atractiva,
Silenciosa y sutil,
Descubriendo de mí,
Mis defectos,
Mis virtudes,
Meditando,
El instante que me otorgas,
Dejando ver tu complacencia,
A tu antojo,
Y sin presiones del tiempo,
Te acercaste a mí,
Me enamoraste,
Incauta caí en tus brazos,
Sumida de cansancio,
De luchar en vano,
Contra el destino inevitable,
Que no perdona una,
Hoy al revés del mundo,
Que te detesta y te culpa,
Yo te venero,
Te hago un altar,
Te enciendo luces,
Te toco mil acordes,
Porque te quiero junto a mí.
Me has descubierto,
Me has mirado,
Me das inspiraciones,
Me alejas del bullicio,
Del mundo atractivo,
Para envolverme en tus brazos,
Para dejarme oír,
El susurro en mi oído,
Del mensaje sublime,
Que me regala Dios,
Estoy hablándote a ti,
Siiii, a ti,
SOLEDAD.
Colombiana.