elcaminosuave

La desaparecida

La desaparecida

 

Fría, como el invierno silencioso,
Callada como sea la naturaleza,
Como la siesta viciosa del oso,
Me prohíbes ver a tu belleza.


Corriente, así sea el agua del río,
Oculta, como una serpiente deslizante
Te mueves lejos del camino mío,
A ver si se me lo pasa relajante.


Mirando, soltero, hacia el rey flamboyán,
Rodeado del rojo de fuego del sabio libre,
Volando como melena de caballo salvaje,
Camino desde la frontera norte hasta Coyoacán.


Si quedaba bastante tiempo, que, ya huyó,
Para que encuentre en el silencio tuyo
El secreto, luminoso, de tus piedras de jades,
Cerraría los cielos míos, hacia las soledades.


Pero sin ver las curvas reinas de tu cara,
La sonrisa delicada que, agraciándola, la esculpe,
Sin el poder del labio suave, de donde suspira
La diosa misteriosa que todo disculpe,


Sin poder observar el movimiento de tu brazo,
Sin poder imaginar tus formas debajo del vestido,
Sin poder conocer el gusto querido de tu abrazo,
Me queda la memoria de tu encuentro inesperado.

 

Benoit Tantôt 2011