Hay noches en que no puedo dormir,
siento la mirada extraña del otro,
me acosan fijamente,
tengo miedo, el cuarto es frío,
la oscuridad se esconde en la mente,
recorre mi alma, los malos sueños,
se hace muerte silenciosa
que te lleva a sus playas a través de sus ríos,
sólo quiero ver la luz de la mañana,
tengo sueño, ¡Dios!, tengo sueño.
El calor es terrible,
escucho el llanto de un niño,
un perro ladra como loco,
el aire es pesado, insoportable,
no acaricio la existencia de este mundo,
quiero descansar, volar, desaparecer.
Ahí está la puerta, correré por esas calles,
tal vez si algún fantasma toco
me lleve en sus alas a otra parte.