Recién te conozco, y ya mis labios respiran el sabor tu voz
que se ha quedado impregnada en cada grieta que el tiempo ha dejado,
que ha surcado al pasar de los años, más veo tu sombra de pétalos tersos y frescos matices…
Recién te conozco! por verte otra vez, mi alma fallece, sentir tu aroma recorriendo mis venas,
transportado en mi sangre, penetrando en mi corazón.
Y verdes esmeraldas me miran y arrullan, cuál dulce encanto que enturbia mi mente…
Qué importa que no estés?, si vives en mí, ligada a mis manos y mis pies,
qué importa si respiro de tu aliento?, si muero sin él, cansado en tus senos…fundido en tu hiel.
Recién te conozco! y estabas aquí, metida en mis años, más pude encontrarte,
que vil mi cariño, inocuo te dí, al fin te he encontrado, de nuevo a vivir…