Le hui a la soledad, para sentirme más solo, Escapándome del olvido, para ser prisionero del recuerdo… Me volví fugitivo de la nostalgia, para sentirme un poco más triste de lo que siempre he estado. Quise escapar de todo aquello que siento, porque ya no siento nada… Nunca he disfrutado mis sonrisas llenas de nostalgia, ni mis llantos llenos de alegría. Siempre la tristeza se ha disfrazado de sonrisa, y la sonrisa se escudó en el llanto; ya no quiero entristecerme de alegría, ni alegrarme del quebranto. Más bien, quiero quebrantarme de alegría, sintiéndome ajeno a mi cuerpo; encontrar alegría en el llanto, Para vivir más triste recordando…Tener todo lo que he querido, para vivir anhelando lo que nunca quise. ¡Como extraño el recuerdo de lo que nunca tuve!... ¡Cuánto amo lo que nunca quise!... Hoy, más que nunca quiero lo que aborrezco, y aborrezco lo que quise… ¿Quién puede comprender a mi corazón amargado y fugitivo, orgulloso y tan altivo, que desconoce la razón? Dios ha puesto en el, un poco de agudeza, que no entiende la certeza de la vida y el amor. He tenido dichas colmadas de desgracias, que no se, si tal vez la culpa tuve yo; pero a través del cristal de la nostalgia, y un poco inconforme, da gracias le doy a -DIOS-. Quizás él tenga un poco de clemencia, y conserve la paciencia, en mi impaciente corazón. Sin razón, pensaran muchos, que escribo; al no entender lo que escribí, ¡pero…, como!, si ni yo mismo entiendo todo lo que me ha pasado a mí. Cada pecador; -dice Dios-, que su pecado tendrá que pagar, y yo he nacido solo para haber pagado todo aquello que me queda por cobrar… He tratado de hacer feliz a quien me lleno de dolor, haciendo sonreír a quien me hizo llorar, encaminando hacia el futuro, a quien me hundió en el pasado; estoy viviendo un triste presente lleno de alegría, esperando la alegría lleno de tristeza.