Vuelvo.
Soñé que un ocaso naranja se perdía
donde el mar se derrama.
¿Te acuerdas?
No existe un ahora en el viento.
Siento que cada noche se viste de horas
cuando de lágrimas te ahogo y de
momentos
aún de mar te sueño,
de mar te encuentro.
Dime sólo cómo comprendes de la luna
las luces,
de la aurora la calma.
Sobran los minutos que me faltan
para llegar a verte sin medida.
Y sin embargo no me acuerdo ni la sombra de un principio.
De las palabras las estrellas no me abrazan más el alma.
Entonces ésta no es que una noctámbula humedad distraída
un beso en la botella de la vida,
desafio
de alcanzar en tus ojos mi mirada.