Amor: Ya no tengo edad
para correr como antes,
para saltar más de ciertas veces,
jugar algún deporte en demasía,
estar bajo el agua como lo hacía,
pero sí, para saber que mereces.
Ya no tengo edad para disgustos;
irritaciones causantes de alta presión,
preocupaciones que enmarañan
al catedrático pensamiento,
aceleran las suaves palpitaciones,
no tengo edad para agitaciones,
sin embargo, sí, para el sentimiento.
Carezco de edad para mucho trabajo,
aunque crea poder con las ocho horas,
sean de oficina o en el campo;
mi edad cumple hasta contada labor;
no tiene para resistir lo pesado,
lucha para seguir a tu lado
porque si sabe de otorgar calor.
Mi edad no es de la más vieja,
ha conocido lo bueno de los valores,
lo malo que deteriora el mundo,
y con ella jamás podré negarte
de sentirme aún como un niño.
Ya no tengo edad, pero sí cariño
con la sabia experiencia para amarte...
Alviz Neleb
Agosto 10 de 2011
4:11 p.m. - Miércoles