El penetrante susurro
de mi memoria
trae consigo
tormentosos
y amargos ayeres
esos que se encajan
en la mente
como queriendo ser
sepultados en el alma
sensación amarga
al probar en si lo dulce
que fueron esos días,
ahora solo queda
la amargura de la vida,
y soñar con perder
el sentido gustativo
del espíritu.