rouz64251

EL DISCURSO DE MEFISTO

A quien engañas con ilusiones falsas

Si tu naturaleza dicta su propia extinción

Si la maldad en tu corazón se engarza

Y con codicia y odio cantas tu canción

 

Tu sangre está plagada de tantos errores

En tus pasos se siente oscuridad reinante

Tu raza ha ido creando miles de dolores

No intentes pintar pesar en tu semblante

 

Tus manos están hechas para destruir

En tus ojos está la esencia de un demonio

Tan solo infiernos has logrado construir

Tu cielo has llenado de lóbregos tonos

 

Eres polvo que intenta formar diamantes

Tan solo escoria que ensucia el paisaje

Acortando por si solo el tiempo restante

Caminos equívocos abarrotan tu viaje

 

Una marioneta más con llanto inservible

Tratando de salvar una raza putrefacta

Un sueño que ni en tu mente es creíble

Dime por qué tus palabras no retractas

 

Sádico se ha vuelto el deseo de ayudar

Si tu propia gente es la que te lastima

Tantas veces has intentado claudicar

Que es aquello que a seguir te anima

 

El fantasma de la duda ronda tu mente

Te domina cuando tiemblan tus piernas

Un demonio vive en tu subconsciente

Y tu fuerza no puede ser sempiterna

 

Las voces de tu cabeza nunca se callan

Pero el conocimiento siempre es escaso

La paz que buscas pero nunca hallas

Se esconderá de ti hasta tu propio ocaso

 

El dueño de la fuente que tanto admiras

A la que lanzas con ilusión tus monedas

Es tan etéreo como el aire que respiras

Como aquella salvación que tanto esperas

 

Yo sé tu secreto mi querido amigo

Que esperanza ya no guardas en ti

Que en tu desolación buscas abrigo

Esperando tan solo que llegue el fin

 

Quieres observar con tus propios ojos

Lo inservible de tu constante esfuerzo

Intentos fallidos se han vuelto abrojos

Te están ahogando tus propios versos

 

Lo que te mantiene en píe es orgullo

Que tu dios ha considerado como pecado

Tus oídos solo escuchan mis murmullos

Te ofrezco parar el dolor si estas a mi lado

 

Disfruta entonces hasta el último instante

Con desinterés por el prójimo distante

Llena todo tu espíritu de individualismo

Y deja que se consuman en el abismo

 

Seca tus lágrimas de carmín sangrante

Quítate la máscara que irradia bondad

Vive con lujos por el tiempo restante

Y deja de preocuparte por la eternidad

 

Dame la mano y prometo apagar la luz

Aquella que te incinera hasta los huesos

Déjame ayudarte a cargar tu pesada cruz

Tu moral será lo único que no quede ileso.

 

Andrés Ruiz H.