No sé qué has visto mujer
que todo lo magnificas.
Soy barro para cocer,
sólo estoy hecho de arcilla.
La sencillez es la prenda,
que me gusta a mí vestir
y es, quizás, la diferencia,
que los demás ven en mí.
Soy distinto a los demás
y eso siempre lo he sabido
y soy feliz, al pensar
que yo me siento distinto.
Siempre digo lo que pienso,
aunque callarme debiera.
No es virtud, es un defecto
y no es un defecto cualquiera.
Priorizo las verdades
y también los sentimientos,
como el amor, amistades,
las tradiciones, los pueblos.
Me gusta siempre agradar
y sobrarme desde adentro
y sé que sé escuchar
a un corazón que se ha abierto.
La cultura y las canciones
sensibilizan mi vida.
No sé vivir sin amores
y tampoco sin poesías.
Yo soy así… muy sensible
y escribo lo que yo pienso.
Hay veces que es imposible
no escribir lo que yo siento.
Soy muy tozudo y muy noble
y persigo lo que sueño,
como la fuerza de un roble,
que lucha contra los vientos.
Son tan graves mis defectos,
que los hago siempre míos,
los asumo y los respeto
y los trato con cariño.
Y si me doy… lo doy todo,
aunque no me pidas nada,
te iré dando poco a poco
todo lo que encierra mi alma.
No me valores, mujer,
que soy de barro y arcilla.
Si tú me quieres tener
te daré hasta mi sonrisa.
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