"Hay personas que fallan/ y que al admitirlo –no lo dudes-/ saben que sólo cuando callan/ hablan de sus virtudes".
¿Cómo está señor? No, no estoy nada loco,
Cada vez que me pongo a escribir lo invoco
Por creer que su esencia es imprescindible,
Tanto que en cualquer poema que escriba,
Si no tengo en él su presencia muy activa,
Escribir ese poema se me hace imposible.
Usted Sr. Respeto es ingrediente infaltable
Y viene a ser también el verdadero culpable
De que lo que escribo sea bien aceptado…
Porque el estilo a adoptar puede ser infinito,
Pero lo cierto es que en cada poema escrito
Usted Sr. Respeto nunca me ha faltado.
Es la necesidad del respeto hacia mí mismo,
En un poema la diferencia es un abismo
Cuando usted no hace acto de presencia.
En cambio, como cualquiera puede ver,
Qué hermoso cualquier poema puede ser
Si cuento en cada línea con su esencia.
¿Sabe Sr. Respeto? Usted es importante
Para llevar con éxito seguro adelante
Alguna idea que sea en letras expresada.
Lo digo en serio, usted tan importante es,
Que para escribir algo sin incluirlo tal vez
Sea mejor en verdad no escribir nada.
Se lo confieso, no puedo escribir sin usted,
Pues en cierto modo creo que calma la sed
De quien me lee por ver algo muy decente.
Aunque sepamos los dos y aquí lo escribo,
Que el concepto de la decencia es relativo
Y lo decente o indecente está en la mente.
Pero ese respeto en el que todos creen,
Es el mismo que merecen quienes me leen
Cada noche, cada mañana, cada tarde…
Y puedo no jactarme de nada mi señor,
Pero de respetar a mi lectora, a mi lector
Es algo de lo cual puedo hacer alarde.
Por último mi estimado amigo, agradezco
Que me asista pues sin usted no aparezco
Y eso para nadie puede ser un secreto…
Cada día esa realidad me desafía, me reta,
Por preferir el respeto y pretender ser poeta,
Que atreverme a ser un poeta sin respeto.