Pisas, sientes el suelo por donde han quedado los recuerdos e historias de la gente que cada día se queja en la calle ante el sol que mas fuerte refuta.
Te detienes y ves a todos lados, ¿cual dirección buscas? Y te vas por el camino acostumbrado porque es más fácil que arriesgar la energía que te queda.
Continuas por la misma costumbre con la que tomas el camino acostumbrado, sabiendo que cada día te espera lo mismo y lo distinto esta en tu imaginario.
No eres distinto, no eres distinta, eres lo mismo que creaste en tu pubertad, eres lo que quisiste ser con los mismos o más sueños de la nada y que jamás olvidaras.
Pisas y sientes la palabra mas cruel llamada realidad, el publico de chismosos sin clemencia que disfrutan de tus derrotas y se enojan con tu éxitos.
Pisas en falso, pisas en el aire, pisas este mundo de bondades, donde solo cumplen sus metas, los que nunca se quedan y siempre salen.