Como mágica estela luminosa
te vi anoche surcando el firmamento,
de vida breve pero esplendorosa,
tu luz supo dejarme sin aliento.
Casi debió pasar toda una vida
y comprobar lo que dice la leyenda
de que cumples los sueños y utopías
a quienes a tu paso están alertas.
Estrella fugaz, de tu vida fui testigo
y el deseo de mi corazón al verte
fue tener a todos mis amigos
en mi alma tatuados para siempre.
Y que no haya ni lágrimas ni pena,
y me recuerden el día en que me vaya,
algunos escribiendo algún poema
y quizá otros bailando alguna salsa.