He leído en muchos poemas que se asocia inmediatamente la idea del amor o el estado de ser enamorado o de sentir el amor con una carencia de razón, vacío, ausencia y hasta inexistencia de la misma, como si acaso la persona o el ser que experimenta ese estado llevara un mal interno que no le permite ver lo que realmente quiere o lo que está en frente de sus ojos.
Sentir amor no es de tal liviandad como para decir tan libremente que quien se encuentra bajo su estado vive inmerso en una carencia de pensamiento o incluso de los sentidos. Y esto es así, porque aunque se trate de un sentimiento que no puede ser programado porque el mismo debe ser alimentado cada día, fomentándolo para que siga perdurando y acompañando lo que hacemos, tiene pensamiento o lógica el mismo. Encierra una infinidad de verbos como protección, respeto, entendimiento, entrega, tolerancia, fidelidad, colaboración, etc. y tales acciones no se generan como si nada en forma desmedida por no usar la cabeza o por un actuar ciegamente.
Precisamente, es el pensar en el otro sin pensar en uno mismo, anteponiendo la necesidad del que está en frente a la nuestra lo que lleva a la muestra mas pura y verdadera de lo que representa y significa el amor (y también el estar enamorado). Aunque, y con razón, pueda llegar a decirse respecto a ello que la persona que se entrega en plenitud por la otra, descuida lo que quiere de sí misma o no le da importancia. Pero, para responder a eso, la única forma de hacerlo es teniendo o habiendo tenido la oportunidad de atravesar una situación como esa (es decir, la de estar enamorado o sentir de esa forma el amor) porque es en su vivencia donde se podrá recién llegar a comprender que tan poderosa es la fuerza de este sentimiento que aparenta carecer de lógica pero si la tiene y ella es pensar en quien se ama.
Producto de lo que vivimos comúnmente en una sociedad, donde los modelos y las individualidades son impuestas como la regla general a seguir, se cree llegar a la verdadera felicidad cuando encontramos a una persona para amar con la cual se tiene la estabilidad en el nivel de vida (y con esto, no estoy incurriendo en el conocido asunto sobre si cuando alguien se enamora, se fija solamente en la persona o en lo que ella puede lograr en la materialidad de la vida, que está fuera de discusión porque todo el mundo sabe que no se puede vivir solamente de respirar amor) pero al mismo tiempo se descuida lo que se siente por dentro, aquello que solo puede ser completado con lo que no es susceptible de precio alguno por ser invalorable.
Estar enamorado y/o sentir el amor es la razón (y no ya solamente sentimiento) más legítima que tiene cualquier ser para darse cuenta lo valiosa que es la vida y lo que ella puede generar en cada uno cuando se advierte que desde la nada pueden aparecer cosas que nunca se hubieran imaginado de poder alcanzar a vivir.
Vito Angeli