(esperar 7 segundos de la música para leer el poema)
Muy despechada, llena de ira;
envenenada con gotas amargas,
las que fue dejando esa vida
donde era abusada noches largas.
Tan fina como la seda pura.
Tan delicada como porcelana.
Tan secreta como mirada oscura.
Tan fresca como las mañanas.
Palabras ofensivas como dagas
recibía esa mujer que lloraba.
Fuerza física caía como llamas;
quemaba su cuerpo, la ahogaba.
Experiencias de dolor y tristezas
su feminidad contempló perdida
entre cantos pareciendo sutilezas
que resultaron abiertas heridas.
No conocía el amor verdadero
aunque siempre lo había soñado.
Sus motores de ángel viajero
la llevaron por pasos lastimados.
Un día parecía que él llegaba
con ramo de flores en la mano
pero era una despedida indeseada;
falso amor que hacía todo vano.
Un hombre le prometió los cielos,
otro dijo que todo le entregaba,
un tercero hablo de no tener celos,
pero ninguno realmente la amaba.
Vito Angeli
***
El deseo de mi amor
Me pregunto ¿qué tanto mas se puede aspirar
de la vida cuando tenemos vida para amar?
El primer momento que levantas la mirada
y en el horizonte se posa un sol con su alma.
Una sensación de profundidad por la calma
me muestra en su belleza el mundo del agua
donde tantas criaturas nadan su real libertad
sin complejos de miedos ni nada por esperar.
Ser fluida como ella, en su forma y extensión,
transitar por los caminos que te lleva la visión;
ir en donde no se pensaba por creer de ser error
pero que resulta un encuentro donde irá el amor.
Es una idea que ha anidado tanto como vivencia
la que me transporta con esta liquida presencia
que así aspiro a que sea nuestra vida y este amor
latiendo con ritmo mas fuerte de brillo el corazón.
Vito Angeli