Sigo esperando y soñando
cada día de una forma.
El tiempo pasa volando,
aunque a veces, entre sombras,
a pesar de que es verano
y su luz no tiene normas.
Por la orilla de mi río
voy paseando mi vida.
Unas veces me sonrío…
otras soy melancolía.
Pero mi fe y esperanza
me dicen que tú me esperas.
Me anuncian por la mañana
que ese encuentro que deseas,
tanto como yo, con ganas,
tendrá lugar cuando puedas.
Entonces no habrá verano,
ni estaciones tan si quiera.
Tan sólo un momento eterno,
punto final a la espera.
Ahora la tarde se esconde
y casi hay luna llena
saliendo en el horizonte,
mientras el sol se embelesa
y sonrojado se pone,
pensando que es sólo de ella
y le promete pasiones
y la engalana de estrellas.
(RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTIR)