En la semblanza de tu silueta
Que se asemeja en la distancia
Son mis ojos que te observan
Tranquilo y sin miedo
Esperándola llegada del ser que más te quiere
Sembrado tranquilo nada hace que te muevas
Solo la melodía del la brisa hace el hechizo del juego
Solo mis ojos observan la dulce entrega entre
El viento y tu cuerpo
El sudor se desvanece lento y sin tropiezo
La brisa atraviesa todo sentido
Sosegada y sin tropismo
Corriente, caliente y existente
Yo como viento en tu cuerpo
Doy al florecer el placer de la eterna
Brisa teológica del cielo
Viento que acaricia las pomas del pecado
Hacen arder las venas de la delicada cueva del eremita
Yo como aire que mueve el navío asemejo
La troncalidad de divino encuentro
Entre tu cuerpo el viento
VIENTODIVIANPASIONENTRETUYYO