Alejo Urdaneta
“…y nuestra breve vida rodeada está de sueño”
Shakespeare: “La Tempestad”
AMANECER ROJO
(Poema al amor y la esperanza)
1
Falta un milagro para la gracia,
siento la insuficiencia y tengo las manos vacías
cuando recibo la dádiva de tu secreta morada.
Vuela hacia ti mi alma
y mi cuerpo hacia la tierra.
2
Junto a tu tristeza de alas invisibles,
la vida se contorsiona en milagros:
luces brillantes en el río, ardientes océanos.
&
Desdeña ahora el correr del tiempo,
la belleza que algún día pasará,
la alegría que te abandona en su adiós,
y a cambio, déjate mecer por la ilusión de amar,
huye de las sombras
y muerde el fruto blando de la dicha,
recuerda tu infancia,
tu mar, la alegría de las fiestas.
3
Sientes en el pulso de la sangre
el susurro del reloj de arena,
y contemplas la llama vacilante:
Reloj y llama, tiempo de dos caras,
La vibrátil que se eleva en la penumbra,
decidida verticalidad,
y la lenta fluidez del pensamiento,
tenaz maceración de la noche.
4
Que comience en cada despertar
la ensoñación.
Haré profetizar a los grillos
y arrastrarse las flores
hasta el pozo iluminado de tus ojos.
Beberán de ellos sabiduría y placer,
también melancolía.
&
Proclama la vida,
la humanidad,
por la santa virtud o el arte diabólico
que todos llevamos.
5
Aléjate de los búhos infelices
y cobíjate en la aurora.
Amanecer, bandera olvidada al viento,
colorido de trinos y ligera brisa.
Todo viene del fondo del sueño,
todo vibra como trueno
o como guitarra llorosa y sola.
6
Te haré un altar de humildad y sacrificio,
tu sonrisa no se disipará en el vacío tormento:
será el signo de tu voluntad.
Sufrirás, sin duda, avatar de la sensibilidad,
y tus pasos sobre la arena en la playa
danzarán como saltamontes,
incansable de besar la tierra.
7
Siempre te encuentro,
Oigo tu voz susurrante en la quieta soledad,
en la hora de luz de los sentidos.
Convoca, entonces, la sagrada sensualidad.
Allí estaré en el rojo amanecer.