Caballeronegro

DISYUNTIVA

Cuando el deleite del amor nos envolvió

y cerramos los ojos

y aceptamos dóciles su embestida

entre las sombras de una noche mansa

Y nos cruzamos encendidos

y nuestros cuerpos fueron leña

de este fuego inuscitado

y nuestras almas la llama

eterea y caliente buscando ser una

temblando y vibrando...

gimiendo y deseando..

y finalmente cediendo para volver a empezar.

Ahora la tenue luz de una mañana blanca

nos invade prófana, por la ranura de la ventana

entonces despierto entre susurros dulces

que ondulan vibrantes tu nombre...

y una vez más veo tus cabellos ...

hermosos ,disparatados que me invitan a olerte...dormida

si...ya sé...

debo ir a trabajar.