Las manos no dejan de temblar,
El dolor es más fuerte en mi interior,
¿¡Como dejar esto sin mirar atrás!?
Solo quiero un poco de paz algo de descanso,
Recordar ya no hace tanto daño,
Pero me siguen los consuelos y las heridas,
Esta son las consecuencias de la conciencia,
Aunque hablen como ecos en mi cabeza,
No puedo dejarme llevar por la sensación,
Ya está tibio y podrido este corazón,
Que pierde su sangre como polvo,
Se esfuma de mis venas como viento,
Que lentamente corroen la razón,
Oh!, descuidos del amor jamás me importo,
Cuando corres sin sentido sin rumbo,
Eres un trotamundos de ti y de tus culpas,
Por donde pasas vez más grande el abismo,
Que al pie se para una muralla de dudas,
Aire elido que te persigue en un salto,
Tratando de subir con reproche del perdón y la pena,
¿Escuchan?, ¿oyen ese ruido?
Solo hay silencio que fácilmente trastorna,
Ah!, esto nunca será una tranquilidad,
Jamás será una paz esta calma,
Los parpados también se cansan,
Y el alma también duerme llorosa,
Que demonio más parecido a un dios,
Que vida tan irónica nos ha tocado,
Donde la risa es un reclamo,
Y la mejor felicidad es cuando la has llorado,
Oh!, pérdida de confianza a la fe,
Yo solo quiero caminar y ver,
Que los pasos se queden en la tierra,
Que las almas lleguen al cielo, (un sueño)
Oh!, Fatídico día que me recuerdas,
Que a mí me recuerdas,
Que debo saltar más allá de la muralla,
O caeré en el abismo.