Sobre este mundo su luz resplandece,
De los siglos a siglos es mi Altísimo Dios.
Mi escudo es Jesús en el tiempo de angustia,
Quién es fiel y nadie le puede vencer!
Vivía debajo del yugo de pecado,
Pero me rescatò de las tinieblas densas.
Le Recibe mi corazón con alegría,
Digno es su nombre a adorar!
Al su santo templo llevo mis ofrecios,
Cantando himnos y salmos a mi Rey.