¡Ay golpe que pegas fuerte
ay cómo duele el alma!
A veces se juntan silencios
gestos y duras palabras.
Es tan grande la avalancha
que no alcanzo a reponerme.
Como si una ola gigante
me tomara de sorpresa
dándome vuelta en el aire
para arrastrarme violenta
sin piedad sobre la arena.
¡Ay golpe que pegas fuerte
sangra la herida abierta
se me desploman los brazos
llora y llora la tristeza
Todo es baldío y reseco
Elida Isabel Gimenez Toscanini