Entrando en el bosque encantado
hace eco su nombre, suspirando por la desaventura de un hombre
su ego era tanto, como el orgullo de sus manos;
no se daba cuenta que a otro corazón estaba haciendo daño.
Era un Joven hombre, era arrogante,
hasta que su piel fue vestida por su verdadero ropaje,
el cuerpo de una bestia; el cuerpo con una promesa.
Y como en cada cuento, hay una doncella
una bella Joven, soñando e imaginando,
creando bellos cuentos salidos de sus labios.
¿Acaso una Joven doncella puede amar el corazón de una Bestia?