Dios se acordó de mi, ahora tengo que acordarme como es amar, una vida sin vida, vacía, perdida en soledad, sin un cariño, sin afecto, nadie en mí cama, para abrazar-me, o por lo menos un beso de buenas noches, nada de nada.
Cubo de basura, objeto de complacer, sin tener nada en cambio, años he años, así lo pasé, ahora que he como voy a hacer para dejar o traer para mis sentidos, el sabor de sentir, deseo, de entregar mí cuerpo, sin retraerme e darme cuenta que soy mujer.
Dormida en sueño de olvidos, tengo que despertar e dejar sin vergüenza, que me quieran e mostrar que lo quiero también. Tan ignorada, tan sola, que miro para mí como si fuera nada. Me siento perdida, si quiero volver a tener deseo, darme, libertarme de complejos, triste e blanca piel, que tengo, triste e dulce cariño, que guardo, tristes labios que nunca besaran. Dios se ha acordado de mí al final se apiadó e me regaló, lo mejor, pero aun lejos estoy de mí, me tengo que buscar, tengo que como flor en primavera abrir mí alma e dejar tus manos suaves e dulces cogerme y yo poder dar mí perfume, en forma de amor, si tus besos al principio no tenían sabor, ahora ya los siento, siento en fin alguna cosa.
Te quiero mucho, tendrás que tener paciencia conmigo, deja que mis pétalas se abran todas para me coger, eres la cosa mejor que tuve en mí vida, por fin llegué a mí sitio, aquí me quedaré a amarte hasta la eternidad. Amar es todo lo que quiero e ser amada.
Al destino agradezco mí hora, al destino pido que me suelte de mí sueño e me de vida e mí poder de dar lo que soy a quien tanto me quiere.