Sentada en la mecedora arrullo este dolor
que me corta el aliento de la fuerza que tiene,
cuando por momentos me sorprende
sin aviso previo
les aseguro que es muy serio.
Le hablo con ternura y mismo con humor
que no se sienta abandonado,
acaricio este hombro
con bálsamo de hierbas medicinales
esencias y aceites como el eucalipto,
la menta, el clavo, la canela y el alcanfor.
Todo acompañado con música de arpas y violines
agrego unas gotas de licor,
elevo una oración al cielo
y estallo en un vuelo hacia otra dimensión
me siento más ligera con una sublime sensación,
elevada, traspase todos los límites.
Merche DemBar
13.8.11
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