Seas despreciada o prostituta
o no seas agraciada de cara
o seas de belleza que muta
o de despecho que no repara
o de curiosidad que esculta
tu naturaleza te ampara
mujer que mujer eres
y amando te deshaces
si menospreciada te vieres
toma lo que tu tienes
y no utiliza disfraces
tómatelo y te rehaces
si fuera yo un extraño
ante la abnegación que prestas
por amor, a tus aledaños
mi alma estaría infesta
de un espíritu vil y huraño
que por envidia te detesta
ante la mirada de tu amado
enamorada, tu rostro manifiesta
un rojo ardiente y colorado
que se expresa con vergüenza
y callado bien contesta
rogando ruborizado
la calidez es tu reino
y tu corazón es un palacio
rodeado del infierno
de la preocupación y sus estados
que con espíritu desesperado
intensamente te hierven dentro
tu ternura es un caparazón
es un tazón lleno de piedad
que das sin ninguna razón
como un corcel, un blanco alazán
que galopa libre y con tesón
con la compasión y su majestad
criando te desmenuzas
y el manantial de tu seno
leche y vida rezuma
con los deditos tiernos
de tu cría, que lo anuda
mamándolo muy atento
de tu alma son tus adornos
esos gestos que dan y se desviven
llenando de luz tu contorno
con el cariño que se percibe
¡ Oh maternidad dulce entorno!
donde el amor siempre convive