Un día tuve una ilusión, bella y sutil cual brisa marina, fue como un rayo de luz en la oscuridad de la soledad que envolvia mi vida.
Soñaba estar por siempre a su lado, en vivir un amor profundo, un amor tan intenso como el de una historia epica de amor apasionado.
Pero el destino cruel se volvio a ensañar con mi corazón y mi alma, volvio a caer en el espejismo sutil de la ilusión, mi sueño se esfumo...
Se perdio en la inmensidad del horizonte, se quedo solo mi corazón...mi alma llora triste nuevamente y solo queda el recuerdo hermoso de su cara de ángel.
Destino... ay destino que te ensañas nuevamente conmigo, me dejas el corazón herido, porque tuve una ilusión que se quedo en el inmenso mar del infinito.
Soledad que envuelves hoy mi vida, no me quites el recuerdo de su dulce mirar ni su sonrisa...dejame soñar que esta junto a mí.
Hay soledad que hoy me hundes en el vacio de la noche, dejame soñar que su amor es mío y que no ha muerto.
Melancolía es ahora mi vestidura, soledad es el lugar donde ahora habito, llanto es lo que hay en mi corazón y en mi alma solo hay un gran vacío.