Suspiro en soledad
contemplando el horizonte
preguntándole al silencio
si mi nombre
recorre tus pensamientos...
Tu aroma, en el viento
trae a mi memoria
el efímero instante
en que casi
pude tocarte.
Mis ojos se iluminan
cuando un haz de luna
dibuja tu sonrisa,
y mi piel se eriza
al imaginar, mi figura
aferrada a tu cintura.
La brisa embriaga las horas
y la noche se acalora
al sentir
que tu cuerpo me aprisiona.