carminha nieves

A MI QUERIDA PERRITA

 

Como si fuera golondrina, cojo vuelo y me marcho, con mi mente a otros pensamientos, hoy me marché, al principio de mí existencia, como en un trastero, lleno de pasado, en una silla parada, con mis alas cerradas, estuve mirando, las cajas llenas de polvo del tiempo.

Me di cuenta que era mí vida, cerrada, e repasé un millón de cosas, como en una película sin sonido, me vi desde muy pequeña, con todos los que me rodeaban, la perrita llamada Coimbra, detrás del piano abrazando-la e llorando porque estaba muerta, mi hermano con su brazo en mí hombro me acariciaba e me decía:

- deja ahora tenemos que cuidar de su hija, le hicimos el entierro, llorando, venimos para casa a coger la perrita, le hemos dado leche con un biberón de muñeca, así fue mí primera perdida. Le pusimos el nombre de su madre en el destino me regaló una perrita igual en todo a mí Coimbra.

Era dulce buena e mí compañía de todos los momentos hasta dormía en mí cama. Los años pasaran de niña a adolescente ella me acompañó siempre. Repentinamente me vi casada con quien no quería me vi quitada de mí casa para otra, sintiendo una violencia terrible.

Casi todos los días iba allá, e estaba con ella, la felicidad en sus ojos me traspasaba el corazón, pero no podía llevársela conmigo, no me dejaba mí verdugo.

Un día mí madre me dijo por teléfono que Coimbra mí perrita estaba enferma, fui e que dolor cuando arrastrándose vino junto a mí e con su lengua me besaba las manos, empezó a llover e no me di cuenta, mojada de arriba abajo, la cogí con mucho cuidado e la puse en mí vientre e la tapé con el abrigo e hablaba con ella como si me entendiera.

Así me olvidé de las horas, mí cara mojada aun Ho no sé si de lágrimas o de lluvia me despertó mí madre cuando me llamó, entonces de espacio metí mis manos en su costado e iba a ponerla en su cama, cuando me di cuenta que había muerto, la pobre esperó por mí para morir en mí calor e mí cariño.

Es un cuento es verdadero, así fue que cogí tanto cariño al ser humano, e fueran los animales que me han enseñado a amar, a querer, a perdonar, a llenar mí pecho de tanta buena voluntad para con todos. Mí cuento es dedicado a mí querida perrita Coimbra.