El Hombre de la Rosa

***SIN PAN NO HAY VIDA***

Viejos robles

que lloraban

entre la seca

de agosto,

encinares

del ejido

en la campiña

de España.

Hacienda

de espectro

doliente,

abandonada

a su suerte,

está la huerta

infecunda

sin las fatigas

de azadas.

No hay arroz

sin agua clara

en campos

de La Serena,

agostada está

la tierra,

la blasfemia

de la crisis

se alimenta

 de tu cena.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

17 de agosto del 2011