Nadie puede apropiarse de lo que ya no existe.
Apenas un ladrón que nada roba.
Quien dice que es suyo un corazón que ya es ajeno.
También es asesino el que mata una mujer.
Es simple: ella no existe y la mató.
Apenas un asesino sin víctima en el mundo.
Un poeta, con gracia de Dios, como un ángel.
Entre ladrones y asesinos,
Canta las victorias del amor.