cuanto falta mi amor, para el encuentro,
ese encuentro frugal tan calculado,
que acaricie tus pechos sonrosados,
que te bese a ti toda en un momento.
que te tenga yo a ti, que te posea,
que vuelva al bosque conquistado,
que tu me digas ven, y yo te siga
desnuditos los dos por la foresta.
el juicio paso, solo me queda
volver a la molestia.
el disgusto paso, ya era hora
de que por fin, bajo la cal, muera la bestia.