Suaves colores se mecen
en las orillas del río.
Mis árboles reverdecen
y yo suspiro y te escribo
este poema, que tiene
el sentimiento más íntimo.
No hay palabras que te expresen
lo que siento y lo que vivo
y mi mente se entretiene
pensando que estás conmigo.
Aguas cubiertas de plata,
como bandejas de vida,
donde nadan nuestras almas
y se sienten tan unidas…
Son colores de esperanza
los que refulgen y brillan.
Son dos almas que se quieren,
cuando no se ven… suspiran.
Tarde de fuerte calor,
es estío de verano
y vibra mi corazón
porque tú me estás llamando.
Cuando se apague la tarde,
dándole paso a la noche,
emprenderemos el viaje
a ese lugar, desde donde
nuestras almas se relajen
y se enciendan en colores.
Esta tarde yo te añoro,
pero te pienso y te siento.
Y es tanto lo que te adoro…
que te comería a besos.
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