RICARDO ALVAREZ

RITUAL de mi NIÑEZ - de anuario

 

 

Mi casa era un hogar azul/

Al ritual en las rodillas de mi padre

Cabalgaban en prado brioso los potros de la vida

abriendo sus portales de narices/

El naranja jugaba

con la luz del alba,

el viento sin longitud

agitaba su pañuelo de secuestro/

 

Mis  parras recuperaban los imantados aromas

cuando los colgajos vecinos abrían su víscera de olor/

En su dulce acritud

la loción del poliglota quinoto

hablaba el idioma de la rosa/

El enano limón maduro se agigantaba

adulando seductor las  tilas perfumadas/

 

La medida del ojo era impronta

que extendía la hora

de la tenaz tristeza de la tarde/

 

Aún mi húmedo ojo cristalino

tiene la mirada clara del niño

y la habitual sacudida en calesita

en las largas piernas de mi padre.