Hoy mi viejo ya se ha ido,
Hoy ya tiempo que se fue,
Pero siento el desatino,
De esa muerte tan cruel.
Mi viejo era alto,
Triste y viejo se me fue,
Yo lo quería tanto,
Por que de niño lo admire.
Tenía pocos años,
Cuando el viejo se murió,
Hasta ahora lo siento tanto,
Como el día que partió.
No pensaba en ese momento,
Lo triste que iba a ser,
Ahora lo siento tanto,
Lo que de niño no podía entender.
¡Me engañaron por ser niño!!!
Cuanto daño me hicieron sin saber,
Me dijeron ¡El se ha ido!!!
Todo el mundo a recorrer,
Yo pensando como niño,
Dije ¡pronto ha de volver,
Sin saber que era un engaño,
Me pase año tras año,
Sin saber que era mentira,
Tonto iluso yo les creía.
¿Por qué me han engañado?
¡Tanto tiempo vacilado!!!
Ya enfermo he estado,
Del daño que me han causado.
Aun no puedo yo creerlo,
Que mi abuelo haya muerto,
Con esa enfermedad que no perdona,
Que ni a pobres ni a ricos abandona.
El Viejo era bueno;
Alegre, humilde y muy sereno;
Cigarro en mano y a paso lento,
Era el Viejo que venia muy contento.
Algunas veces se perdía,
Como en todos es normal,
Pero solo se metía,
A jugar billar.
Una o dos cervezas al día,
Cuando estaba un poco mal,
Sin chistar, el se retiraba a acostar.
Yo me acuerdo que El decía,
¡Mi casa es un castillo, mi Vieja es mi Reina,
Y yo un simple caudillo!!!
Pero ese era su destino,
¡Cáncer maldito!!! ¿A El por qué?
Cuantas veces lo llame,
Y nunca más vino.