En la taberna, en la playa
encontré sobre la mesa
un papel de letra impresa
con escritura manual
No soy crítico de arte
ni menos poeta en ciernes
pero lo leido conmueve
y no lo puedo olvidar
Por eso y sin más motivo
transcribo lo que he leido
es solo lo que recuerdo
perdónenme lo que olvido
«Quien te sojuzga ahora ojos pequeños
has podido partir hacia otros mundos?
te dolió tanto la vida, los golpes fueron tan rudos
y tu buscando alegría, consolarte aunque en sueños
¿Que admiras ahora ojos tan solos?
las piedras del empedrado que caminabas
los ojos turbios de lágrimas sobre la cara
la esperanza con tibieza, la inexistencia de dolo
con que estrella te adorno ojos luceros
si rechazaste mis brazos, pasos ubicuos
que te llevaron forzada a cualquier sitio
mientras yo te buscaba por mis senderos
Aún te impiden volar, ojos serenos
y aunque te pinté alas, no las usaste
preferiste llevar cadenas, halar el lastre
que levántarte rauda por nuestros cielos
No entiendo tu desamor ojos chispeantes
tu elección para el sufrir, ¿tu lo querías?
Tomaste la oscuridad te ofrecí el día
envidio ese tu amor, ese tu aguante
Hoy que ha pasado el tiempo, ojos meleros
tengo cansado el cuerpo de las mil penas
me buscas cual bastón de última cena
sin saber que ya he extraviado todo el deseo
Ahogué lo que te quise, ojos perdidos
en mil simulacros falsos, buscando olvido,
por eso al reencontrarte ahora te evito
pues no soy el que te quiso, ojos cariño
Se que seguirás sola, ojos tan lindos
languidecerás pensando en quien te quiso
te veo como entre sueños, ojos martirio
me pesa la despedida, ojos de brillo
es tiempo que ya despiertes, ojos perversos
la vida no es miel y hojuelas, ni caramelo
y el tiempo que aún te queda podrá ser bueno
sólo si te decides ojos pequeños..»
El resto del poema era ilegible
la tinta de las letras se me escapaba
o sería mi memoria la malhadada
pero hice para ustedes lo más posible
¿Mereció la pena este ejercicio
de memorizar algo apenas leído?
Quién fue la mujer con ojos
tan llamativos que por ellos
derramaron versos floridos
No se si se repitan estos encuentros
tan propios de un verano de desconsuelo
y si así fuera les cuento luego
lo que pueda cosechar de un nuevo intento