La miseria a tu piel le dio valor,
le pintaron un sueño a tu inocencia
de dinero calmando tu carencia,
y por él, enterraste tu pudor.
La maldad te aprisiona con terror,
te esclaviza a servir con la violencia,
lo que llena tu vida de impotencia;
corren lágrimas negras de dolor.
Te sujetan cadenas invisibles,
los grilletes lastiman la esperanza
de escapar de una cárcel de atropellos.
Pero un día los malos insensibles,
sin piedad morirán por una lanza
de justicia reñida contra ellos.
Copyright © 2011 José Luis Calderón
Poesía Agridulce Salpicada de Esperanza.
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