No me acompaña el miedo
pero si una gran pena,
por los que sí existen
mas no se donde están
ni como sobreviven.
Son esos seres equis
cuyos rostros amorfos,
me consta que deambulan
en este gran planeta
casi sin darse cuenta.
Son esos desvalidos
relegados,sin nombre,
son la imagen del hombre
que no tiene boletos
pero ve la función.
No logran ser actores
porque no quedan puestos,
meros observadores
tan sólo van al palco
donde no hay voz ni voto.
Mecánicos aplauden
algo que no disfrutan,
han siempre sido clavos
para cualquier martillo
que los desee golpear.
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MIRIAM RINCÓN U.