De vez en cuando se va mi alma, y es que es tan liviana,
y no se por que pero es más el aire que exhalo al que respiro.
Se va por esos senderos que tan marcados han dejado las pisadas, esas pisadas de todos los días, de mi imaginación.
A veces llega temprano otras veces simplemente no llega.
Creo que se pierde, pues ¿por que me dejaría?
Jaja, se pierde, ¡esta perdida!
A veces tarda días en estar aquí,
acompañándome, ¿soportándome? tal vez,
pero, ¡yo también tengo que lidiar con sus reproches!
Y es que apenas me levanto y ya ésta alzando una huelga
por eso también yo la dejo ir para así poder escribir todo el día.