Vicente Martín Martín

Ya sé que cuando llueve mis palabras encogen

Ya sé que cuando llueve mis palabras encogen y me acusas

de que no hablo tu idioma,

que te cuento mi vida y se te llena

las sangre de gerundios,

pues te aclaro

 

lo que quiero decirte es que no pienses que quiero

suicidarme en domingo,

como mucho

escribiré un poema que de alguna manera signifique

inmolarme un poquito disparándome

metáforas absurdas en la nuca

 

pero sí reconozco que estoy harto,

que el hablarte supone emborracharme de centímetros cúbicos de estima,

y además utilizo paraguas de color amarillo en las tormentas,

estoy harto de ser el que dispara a los buitres

y acaricia a los lobos,

aspirante de todo y arquitecto de nada,

sofista callejero y delineante

de una clase inferior

 

con el nombre a la espalda y apellido

de una madre soltera

 

reconozco

que en más de una ocasión me sorprendiste leyendo a Baudelaire y era domingo,

recorriendo las calles del infierno y dibujando

mariposas suicidas en domingo,

sin embargo

me engañaba a mí mismo y al mirarte de nuevo se llenaban

de letrinas los lunes

 

y así sigo:

rotulándome trenes en las ingles

y a expensas de que un juez invisible me declare

culpable por haberme atrevido a decirte lo que pienso.