Me dicta la inspiración
Cantos de madrugadas alivian los pesares
Son cantos que se unen en todos los altares
El altar de mi cuerpo cobija sus verdades
La iglesia, el templo, la mezquita
El verdadero, es el cuerpo, que con nosotros camina
Sentémonos a meditar, y ver su luz divina
Nunca olvidemos la devoción
Sin ella somos robots en porción
El material se esfuma, ella nos lleva a la unión
Contamos las estrellas del cielo
No acatamos cuanto tiempo paso
Pero las estrellas internas, la mente las líquido
Decimos ser verdaderos
Y nos arrastran las mentiras
Caemos diariamente en esto, que dura vida
Hay un espejo que debemos mirar
Es el espejo del eco que gritamos sin parar
El siempre refleja lo cierto, nos devuelve la voz
Pesadez en la cabeza
No sabemos qué hacer, no brilla
Nos aturde la calma, y huimos de ella
La ansiedad por el material
Nos roba la inmensa y sutil paz
Almacenamos miles de cosas, lo más cerca, la muerte
Que ignorantes
Solo pobreza
Nuestra alma ruega
Perdonamos y nos burlamos
Caminamos en dirección contraria
Hay mucha escases de humildad
La conciencia se saturo
De falsedades diarias y maduro
Para limpiarla, no se puede con agua y jabón
Qué fácil es decir
Somos hermanos espirituales
Sanemos las heridas y se irán los males
Si yo existo, es porque Dios existe
Como renegar su omnipresencia, díganme
Si él está aquí, allá y en cualquier lugar
Con cariño Linda
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