ALVARO J. MARQUEZ

DUEÑOS DE LA VERDAD

"Me molesta mucho un farsante, o cien o mil,/ que riendo de buena gana,/ quiera convencerme con su fusil/ o con lo falso de su sotana".

 

¿La verdad? Es la que dices tú, la que digo yo,

La que dijo el poeta que hace poco murió

Y las muchas que dice el que todavía vive…

La verdad la tiene quien afirma lo que cree,

Dice la verdad también la persona que nos lee

Y aquel que también por creerlo la escribe.

 

¿La verdad? La jura aquel que cree en Dios

Y el que no cree también, la juran los dos,

La afirma quien acusa, la dice el que defiende,

La grita la hija que con su amor se escapa,

Es el alegato de quienes condenan al Papa,

La verdad la dice quien compra, quien vende.

 

La verdad es en cierta forma, propiedad de todos,

Si quien la dice la cree es la verdad de todos modos

Y eso debe sin ninguna duda siempre respetarse,

Es duro cuando sucede, toda una contrariedad,

Que una persona tan sólo acepte su verdad

Y con la verdad de otro nunca pueda conformarse.

 

Es falsa si la digo yo y muy real si tú la dices,

Le pones con esa actitud los tonos grises

A un cielo que por la verdad, azul debería ser.

Dice la verdad quien en su honor ha vivido,

La repite mil veces quien justifica un olvido

Y la grita de rodillas quien empieza a querer.

 

Argumenta su verdad quien no puede perdonar

Y quien perdona tampoco la puede negar…

El que da sus razones para haber sido infiel,

El que ignora las cosas quizá por ser inculto,

El que por defenderse devuelve un insulto,

El actor profesional que se mete en su papel.

 

La dice quien un día confiesa sus pecados

Y también quien afirma tenerlos perdonados

Y quien apoya al Papa y hasta le reza…

Quien alardea de ser sincero y es cierto que lo sea,

Aquel que sin tapujos dice que una mujer es fea

Y por supuesto, aquellos que alaban su belleza.

 

La verdad si a ver vamos, no tiene dueños,

Pero a la vez pertenece a grandes y pequeños

Que creen firmemente en lo que predican.

Sin embargo, sabemos que existe en realidad,

Gente nefasta que en vez de defender su verdad

A destruir la verdad de otros se dedican.