Atzintli

VudĂș

Tu lindo rostro me indíca que no

Mi intuición me corrigue que sí

Dandole infinitas vueltas al asunto

Que no sobren respuestas y de más conjúros

 

Mi sed agóvia mis más crédulos pensamientos

Y como una madre por su hijo

Yo defiendo tu inocencia, y decido

Seguir acostada sobre tus afilados cuchillos

 

Tus escusas indebidas se cuelgan en mi cuello

Me deprivan al manifestar todo lo que siento

Con mis alas hechas de papel, empiezo mi vuelo

Todo lo que me dañas es lo que yo no veo