¡Te veo allí, tirado
En la acera!
¡Te veo allí, todo sucio
Y hambriento!
¡Me duele!, ¡No te conozco!
¡Y me duele!
¡Me duele porque eres
Hijo de Dios!
Y por lo tanto, ¡Eres
Mi hermano!
¿Qué pasó contigo?
¿Cómo te trató la vida?
¿Qué pena abriga tu alma?
No lo sé, ¡Pero algún pesar
te aqueja1!
¡Te han herido de tal manera!
¡Qué hoy estás allí! ¡Tirado!
¡Abandonado...! ¡Con tanta hambre…!
¡Con tanta sed!
¡Hambre de afecto!
¡Sed de cariño!
Pienso en mi sangre,
En mi carne y me pregunto:
-¿Puede ocurrirle a alguno
De ellos lo qué a ti?
¡Puede ser! ¡Y me estremezco!
¡Siento un miedo atroz!
¡El dolor lacera mi alma!
Y pido al Rey del universo
Que envíe un rayo de luz
Divina que alivie tu dolor.
Autora: MSc. Ingrid Chourio de Martínez
31/07/99
Del poemario inédito "SENTIMIENTOS"