Pecho henchido de emoción,
abrazos tiernos que aumentan los latidos
de mi frágil y cansado corazón.
Agradecido ante la vida me encuentro hoy,
tanto me ha sido negado y tanto lo no alcanzado;
pero de todo lo soñado y ambicionado ,
es mas lo que se me ha brindado
en este andar y largo recorrido.
Mas que los bienes en el mundo codiciados,
mas que los placeres ya gozados ,
lo que al fin de mi búsqueda he encontrado
y por ello con Dios me he congraciado.
Al percatarme hoy que siempre he tenido;
un tesoro que pensaba ; estaba perdido:
¡es el amor y respeto de mi esposa y mis hijos queridos!
( Juan de Dios )