La muerte suelta sus pájaros carroñeros
a picotear los brotes del alba,
silenciar las canciones y la música,
cortar el útimo fruto del verano;
enredar los hilos de la telaraña,
y seguro seré yo su blanco,
seré su veredicto,
Después,
ya no sabré del perfume de las flores,
ni qué fue del viento que corría
tras los sole amarillos.-
blanca primavera
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-